manocruel ©: 02/01/2004 - 03/01/2004

24.2.04

ELOGIO DEL AGUA VIVA

Dedicatoria:


A ti,
la de la venenosa cabellera,
que en el silencio sepulcral de la mar océana,
mansa y majestuosamente,
aspirando y expirando el líquido elemento,
mayúscula o minúscula,
a merced de las mareas,
danzas.





Oh!

Tú, que en gelatinosa consistencia camuflada,
cual mítica resaca marinera
a las costas en cardumen arribaste,
¿por qué en mi dorada espalda tu mortal ponzoña derramaste,
perra?
sin tizal, ni ungüento, ni hielo hijueputa en mi equipaje,
¿por qué, perra, ni nadar tranquilo me has dejado?
y ni sombra, ni sombrero ni sombrilla de cobijo o de prestado,
siquiera,
si en la arena, calcinado al sol, por poco muero.

Ahora, a mis pies, casi vencida,
el destino irreversible.
Arrastrada de los pelos por la mano justiciera de una ola,
sobre la alfombra húmeda de esta playa,
tu flácida coraza agonizante yace,
¡sufre!, entonces, agua puta perra viva.
Quiero que el astro Rey te reseque hasta la muerte.
Quiero ver como peleas por tu vida,
sin piernas ni brazos propios que te auxilien,
sin cerebro que te piense,
ni criatura igual que se conduela por tu falta,
pena me da verte tan sola.

Mejor te devuelvo al agua.



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Verano de 2004



19.2.04

LA COSA NOSTRA


Así como salido de un repollo se me antoja venir hasta acá, se me antoja que soy muy rudo, valiente, intrépido, sensible e inteligente y, por qué no, atractivo; que manejo con gracia y armonía los resortes del estilo y el buen gusto literario y del arte en general; que soy lo que se dice un encanto. Que tuve experiencias licenciosas, que me extravié en la oscuridad y la podredumbre más pestilentes y después me gradué en filosofía y letras, para contarte desde una mirada neoexistencialista o postminimalista cómo se siente dormir en una zanja. Un Indiana Jones urbano, un Hank, un ciberplayboy o un seudo dandy onda Cinzano. Todo gratis, licuado, con hielo y en la pantalla de tu computador.
Te lo cuento así y vos -que en apariencia sos un/a ingenuo/a, pero en el fondo no- hacés como que te lo creés y hacés como que también te importa. Al fin y al cabo da exactamente igual que sea verdad o mentira. Vas desintegrándote lento pero seguro en ese lugar en el que estás, lo sabés, y cualquier cosa que te libere por un rato de la condena es bienvenida, te refresca el alma, te hace llorar, alegrarte, compadecerte de mí, de vos o de quien sea, golpearte el pecho de remordimiento y hasta donar -sin gasto alguno- un plato de comida con sólo un clikc. Yo te lo vendo, vos lo comprás. El negocio cierra y todos contentos.
Y qué si te importa (o debiera importarte) realmente una mierda: archivo, cerrar y a otra cosa. Lo que cuenta, lo verdadero no está aquí dentro, está allá afuera. Acá en este papel todo vale.




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18.2.04

Estamos trabajando para Usted.


creativo_creando


Sepa disculpar las molestias.

Y si no sabe, aprenda.

Dele.

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